En el caso de la enfermedad renal, se hace una distinción entre insuficiencia renal aguda y crónica. La insuficiencia renal aguda es una emergencia y debe tratarse con medicina convencional, con infusiones y eventualmente antibióticos. Desafortunadamente, en la enfermedad renal crónica, el daño renal solo se puede detectar en base a los valores sanguíneos cuando los riñones han perdido más de la mitad de su función.
El mito de que las altas cantidades de proteínas causan enfermedad renal o exacerban la enfermedad renal existente persiste, aunque se ha demostrado científicamente varias veces que este NO es el caso. El cuerpo necesita proteínas para crear y mantener tejidos. Si recibe muy poca proteína, el tejido se descompone, el sistema inmunológico se debilita y la actividad enzimática disminuye. Si los valores renales exceden un cierto nivel, tiene sentido reducir el contenido de fósforo en los alimentos. Con la insuficiencia renal, la excreción de fósforo por el riñón se altera, favoreciendo una uremia; en otras palabras, los riñones no pueden eliminar correctamente la urea del cuerpo. En la dieta BARF, la forma más fácil de reducir el contenido de fósforo del alimento es reducir la cantidad de hueso, porque los huesos contienen no solo una gran cantidad de calcio sino también la mayor cantidad de fósforo. El calcio se puede complementar con carbonato de calcio, citrato de calcio o cáscaras de huevo, estos compuestos de calcio se unen adicionalmente al fósforo.
Otras medidas dietéticas importantes en las insuficiencias renales además de la reducción de fósforo son la suplementación de potasio, oligoelementos, coenzima Q10 y vitaminas B, ya que su aprovechamiento está limitado por la función renal deteriorada. Un poco más de vitamina C también puede ser útil.
También es especialmente importante que los perros con enfermedad renal beban suficiente agua. Si el perro no bebe lo suficiente, puede ayudar poner un poco de leche en el agua para alentarlo a beber. No use sal o caldos salados para hacer que el agua sea sabrosa, ya que a los perros con enfermedad renal no se les debe dar sal adicional.
Las verduras con un alto contenido de carotenos (verduras amarillas, rojas, verdes) deben alimentarse con más frecuencia, así como los alimentos ricos en azufre (yema de huevo, hígado, pescado, queso, brócoli, fruta). Se deben evitar los aceites vegetales.
Los sesos constituyen una valiosa adición de carne, no obstante la carne de órganos debe estar algo restringida debido a su alto contenido de fósforo.
Las hierbas recomendadas para la insuficiencia renal son las semillas de ortiga que reducen la creatinina, cordyceps debido a sus propiedades protectoras de los riñones, bardana grande y malvavisco como antiinflamatorios y tónicos calmantes, ginkgo y espino para promover la función cardíaca y la circulación, así como hierbas diuréticas, por ejemplo diente de león y jugo de perejil. La vara de oro y la alfalfa también son buenas hierbas para perros con enfermedad renal.